domingo, 18 de enero de 2009

OBSERVACIÓN EN EL AULA

Observación de clases
La observación de clases es una práctica que se utiliza tanto en la formación inicial y permanente del profesorado como en la investigación sobre contextos de aprendizaje. Consiste en registrar sistemática y objetivamente lo que sucede en el aula para poder estudiarlo e interpretarlo posteriormente.
Esta práctica nace a principios de la segunda mitad del s. XX en el marco de la investigación sobre métodos de enseñanza de idiomas, iniciada con la voluntad de comprobar cuáles son los más eficaces. Los primeros estudios dieron como resultado la imposibilidad de establecer la prioridad de unos métodos sobre otros y la necesidad de estudiar el comportamiento de los profesores en el aula.
En seguida se toma conciencia de lo muy provechosa que esa aproximación a la realidad del aula puede ser para la formación del profesorado. Como consecuencia, se produce un desplazamiento de la observación de clases desde la pura investigación a la práctica de la enseñanza, y los modelos de supervisión de la actuación de los docentes empiezan a verse reemplazados por la práctica de la observación. En esa etapa se elaboran detalladas plantillas que permitan recoger todo lo que realiza el profesor y la secuencia en que lo hace; una de las primeras y más difundidas es la de Flanders. Luego, de la observación de la actuación del profesor se pasa a la observación de la actuación de los aprendientes y al desarrollo de la interacción en el aula. También en esa época se introduce el concepto y la práctica de la autoobservación y de la observación entre colegas.
En un camino que va desde la prescripción de lo que debería suceder en el aula a la descripción de lo que en ella sucede, y de ahí a la explicación de sus causas, se produce una vuelta de la observación de clases al campo estricto de la investigación del contexto de aprendizaje. Se reelaboran y se amplían las iniciales pautas de observación, se profundiza en la descripción de la interacción en el aula y se observa minuciosamente todo lo que en ella sucede. El modelo más completo de esta nueva etapa es FOCUS (acrónimo de Foci for Observing Communications Used in Settings) de Fanselow (1977).
En los años 80, con el desarrollo de los estudios de ASL, la observación de clases incorpora nuevos objetos de conocimiento: el tratamiento del error, el habla del profesor, la interacción entre alumnos. Y, a principios de los 90, amplía su campo de estudio al contexto que rodea el aula y a los procesos que desde ella se generan pero se realizan en otros momentos, tales como el pensamiento y creencias de profesores y alumnos, sus vivencias del aprendizaje o los procesos internos que lo acompañan. Todo ello exige la creación de nuevos instrumentos para la obtención de datos: se empieza así a trabajar con los diarios de aprendizaje, los protocolos de pensamiento en voz alta (los aprendientes manifiestan lo que pasa por su mente mientras realizan tareas de lectura o escritura) o las entrevistas a profesores o a alumnos.
Con el desarrollo del enfoque comunicativo los instrumentos elaborados para la observación de clases incorporan apartados destinados a estudiar el componente comunicativo de las prácticas de aula. Allwright et al. (1984) publican una pauta llamada COLT (Communicative Orientation of Language Teaching), que incluye observación tanto del tipo de actividades que se realizan en el aula como del contenido de las mismas, el modo en que se organiza la intervención de los participantes, las destrezas que se trabajan y los materiales que se usan.
Las últimas tendencias promueven la incorporación del profesorado a las actividades de investigación sobre el aula, la observación participante en los procesos que en ella se desarrollan y una aproximación ecológica e interdisciplinar a la realidad del aula (Van Lier, 1997).
Otros términos relacionados
Evento comunicativo; Aprendizaje de segundas lenguas; Aula; Autenticidad; Buen aprendiente de lenguas; Conversación; Estrategias de aprendizaje; Discurso de Aula; Estilo cognitivo; Factores de aprendizaje; Materiales curriculares; Secuencia didáctica.
Bibliografía básica
1. De Ketele, J. M. (1984). Observar para educar. Observación y evaluación en la práctica educativa. Madrid: Ed. Visor.
2. Richards, J. C. y Lockhart, C. (1998). Estrategias de reflexión sobre la enseñanza de idiomas. Cambridge: Cambridge University Press.
Bibliografía especializada
1. Allen, P.; Fröhlich, M. y Spada, N. (1984). «The communicative orientation of language teaching: an observation scheme». En J. Handscombre, R. Orem y B. Taylor (eds.). On TESOL ’83. Alexandria V.A.: TESOL, pp. 231-253.
2. Allwright, D. y K. M Bailey, (1991). Focus on the Language Classroom. An Introduction to Classroom Research for Language Teachers. Cambridge: Cambridge University Press.
3. Fanselow, J. F. (1987). Breaking Rules. Generating and Exploring Alternatives in Language Teaching. Nueva York: Longman.
4. Flanders, N. A. (1970). Análisis de la interacción didáctica. Madrid: Ed. Anaya.
5. Van Lier, L., (1989). The Classroom and the Language Learner, Londres: Longman.
6. Van Lier, L., (1997). «Approaches to Observation in Classroom Research» En TESOL Quarterly, Vol. 31, n.º 4, pp. 783-787.

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